lunes, 23 de noviembre de 2009

PAVONEADO DE METALES 10 de Noviembre de 2009

Los metales (no todos) se pueden pavonar manualmente, la manera más antigua de acabado de metales, el resultado final es espectacular, delicado y fino. No lo supera ninguna pintura. Es único.
Es como si fuera una pintura muy dura que formara parte del metal mismo. Si bien la gama de colores no son muchos si son varios los tono que quedan interesantes. Este tipo de acabado se ve en las armas especialmente, y más en las armas antiguas.
Consiga aceite quemado de auto (no necesita mucho). El aceite que los autos quitan cada tantos kilómetros del carter. También puede usar aceite nuevo, cualquiera de automóvil. Cuanto más espeso mejor.
Fuego. Puede usar una garrafa de gas y/o un soplete para calentar el objeto. Tenga en cuenta que el calor tiende a disiparse por el metal, así que tarde o temprano se calentará todo el objeto, por esto debe conseguir guantes de cuero rústico / grueso.
Lo último es un trapo usado absorbente (no lana) que impregnará con el aceite quemado que seguramente le regalaron en la estación de servicio.
Comience a calentar el objeto hasta que quede rojo (sin exagerar). Sáquelo del fuego y de inmediato pase encima (y alrededor) del objeto el trapo embebido con aceite quemado.
Algo de humo y olor a quemado y en 3 o 4 pasadas comenzará a ver que el metal empieza a adquirir un tono raro, amarronado por momentos y tornasolado dependiendo de la luz. También aunque no lo crea, se consigue llegar a un azul muy bonito, pero no sabríamos decirle que tipo de metal llega a ese color.
A partir de la 8 o 7 pasada de aceite al objeto intente llegar con calor al color deseado. Si lo calienta bastante verá que en unos momento se pondrá azul, rojo, anaranjado, cobrizo, azulado, etc, si usted lo retira siempre en el mismo tono verá que se consigue un color que no es el mismo que si lo deja o la quita antes de llegar al color. Por supuesto algunas veces verá un azul brillante pero no será el que quede al final sino un tono azulado oscuro.
Cuanto más veces le caliente y le pase aceite más gruesa será la capa de "pintura" que quedará adherida. Además se notará más el cuerpo.
Nunca el tono conseguido, cualquiera sea, quedará parejo, uniforme (es parte del encanto). El tono variará de acuerdo a la luz que lo observe y a la pureza del metal.
También queda excelente los tonos cuando el objeto es de bronce al cual le podemos hacer lo mismo tratamiento (queda impresionante el color!!).

¿Cuántas veces (manos) debemos pasar aceite en el objeto? Cada vez que quitamos el hierro del calor le pasamos entre 3 y 7 veces el trapo embebido generosamente con aceite y de esta manera repetimos el proceso entre 5 y 7 veces y notaremos que se logra un cuerpo (grosor) respetable del recubrimiento. Cuanto más aceite le pasa más gruesa la pátina y más suave y lustrosa al tacto y a la vista. Nunca tendrá el brillo de la pintura ni tampoco será el mismo brillo aunque se acerque y se parezca. Es muy especial el brillo.
Otra cosa, los tonos cambian si se fuerza a enfriar el objeto. Es decir sacamos del fuego el objeto le pasamos dos o tres pasadas de aceite y lo enfriamos estando caliente aún.
Con el tema de enfriado forzado también se consigue que un color quede fijo y a veces se consigue arruinar el temple original del objeto (lo cual es grave si es un arma de fuego o un cuchillo). También se consigue que el objeto tengo un color / tono específico (antes de pavonarla).

1 comentario:

Martin Espitia dijo...

Muy buen trabajo Gloria